Al entrar a la Espol, un camino de árboles marcan la vía, esa sensación de estar en algún lugar fuera de la ciudad se percibe gracias al cantar de los pájaros, el aire puro que se respira, y la brumaque aparece de vez en cuando. A lo largo de mis prácticas del último medio me han enviado cinco veces a recoger entrevistas y tomar fotos. En el tiempo de espera de entre uno y lo otro, observaba que el ambiente de la Espol es distinto al de resto de universidades en las que he visitado. Decir que el campus es grande y tiene abundante espacio es algo obvio, incluso, es ese mismo espacio que (según yo) motiva a que los estudiantes se los perciba relajados, cómo si no tuvieran que quedarse todo el día debido a las clases.
La Espol es una pequeña ciudad a la cual quién no la conoce se pierde. En esta ocasión estoy esperando a Janeth Silva, quien fue compañera mía en el colegio y ahora está estudiando en la Espol. Ella es mi contacto para también poder entrevistar a David Vaca, con quién también pasamos doce años en un colegio militar. Son las 11:15 y ella supuestamente entraría a clases en quince minutos. Nos encontramos en la Facultad de de Mecánica y empezamos a caminar mientras conversábamos acerca de nuestras experiencias universitarias. Le pregunté sobre su clase de las 11:30 pero dijo que no entraría ya que conversaría conmigo.
Janeth siempre pensó estar en la Espol, al principio no sabía si por que desde pequeña su mamá la llevaba al campus o fue cuando llegó al colegio y supo que quiso estudiar una ingeniería y no vio mejor opción que la escuela politécnica. Empezó ingeniería en computación y sistemas multimedia, pero de la noche a la mañana decidió que le gustaba la electrónica. Entre risas confiesa que para el examen de ingreso empezó a estudiar horas antes de la prueba, sin embargo, al realizarla le resultó fácil ya que todo lo que tomaron lo había visto en el colegio. Me consultó si quería ir a Narnia, yo le respondí que sí. “Le llamamos Narnia porque es lejos, sin embargo, para ir por allá tienes que pasar por un camino lleno de árboles... una vez encontramos un oso, fue muy gracioso” me dice mientra emprendemos la caminata. La Espol es un bosque enorme donde el humano decidió construir unos cuantos edificios y unos caminos para acceder.
Mientras caminábamos me decía que en la Espol siempre uno se encontrará con los eternos estudiantes, con los cuales nunca se gradúan. Pasábamos el camino de árboles y me explicó un poco de cómo vive su carrera “La Espol es una universidad la cual es muy preparada, a veces sí te tienes que quedar todo el día pero eso depende de cómo armes tu horario, por ejemplo a veces me quedaba haciendo ayudantías, las cuales son pagadas, pero otros días sí te quedabas haciendo trabajos grupales, cosas así... en el semestre de ahora los martes y jueves son mis días de quedarme todo el día”. Avanzamos hasta una laguna, la observamos mientras me explicaba que es imposible bañarse ahí por la profundidad de la misma. No se si lo dijo para asustarme pero me relató que algunas personas han muerto ahí porque se quedan enredados con las plantas que se encuentran al fondo. Apenas la lluvia empezó a intesificarse regresamos a la facultad. Volvimos a pasar por “Narnia” y llegamos a una sala que era la sede del Instituto de Ingienería en Electricidad y Electrónica (IEEE sus siglas en inglés) una asociación internacional sin fines de lucro la cual tiene como objetivo desarollar el conocimiento en materia de softwares y electrónica. Esta forma parte de uno de los varios convenios que tiene la Espol, y dentro de este programa está David Vaca. Desearía tanto saber si mi carrera tiene un tipo de convenio parecido. Lo dudo.
El es estudiante de ingienería de electrónica y telecomunicaciones y también le ha tocado quedarse días enteros en la campus. David prefirió la Espol porque según sus palabras “¿Cuál es la mejor universidad en electrónica en el Ecuador? La Espol, nunca dudé dos veces”. Indica que los estudiantes de la Espol cuando tienen que estudiar, se dedican solo a eso, y por lo general es todo el semestre ya que siempre tienes que estar averiguando más cosas. “No es que todos los días pasamos solo estudiando, sino que el estudio es duro... Está mal estereotipar a los estudiantes de una universidad” dijo David. Además manifestó estar satisfecho con el nivel de preparación de los profesores, ya que “es gracioso que cuando los profesores preguntan por alguna inquietud de los estudiantes, todos levantan la mano” lo dice David riendo. Me explica que los alumnos exigen mucho al profesor ya que siempre están investigando y haciendo pruebas y consultando por consejos al profesor lo cual le parece lo adecuado ya que hay un intercambio de ideas productivo para todos. También me relató cómo ha podido encontrarse con otros compañeros del colegio: “En la Espol, todas las carreras de ingienería ven tres semestres materias mezcladas, hasta que poco a poco van escogiendo materias de manera específica y llegar a su especializació... luego de un tiempo entendí porque todos vimos la misma base”. Acerca del programa IEEE, David es miembro activo de la asociación e indica que anualmente se paga una cuota, sin embargo, los beneficios son muy buenos “Te mandan actualizaciones de softwares gratis, te mantienen al tanto de desarrollos se softwares”.
Luego de varias visitas a la Espol pude concluir algo importantísimo. El espacio y su entorno influye mucho en el comportamiento de un estudiante. Y no solamente lo digo por el campus de la prosperina, sino por mi caso que es el de la Universiad Católica. Los estudiantes necesitan espacios donde compartir, desde unas mesas en una terraza como es el caso de arquitectura, hasta el pequeño césped de la facultad de Filosofía que una vez quisieron quitarlo.