viernes, 18 de enero de 2013

Padres asumen embarazado de sus hijas adolecentes


Embarazo temprano o precoz es aquel que se produce entre la adolescencia inicial o pubertad, a comienzo de la edad fértil y el final de la adolescencia. La OMS establece la adolescencia entre los 10 y los 19 años. La mayoría de los embarazos en adolescentes son considerados como embarazos no deseados, provocados por la práctica de relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos. Según cifras del Ministerio de Inclusión Social, el 18 por ciento de las adolescentes del Ecuador están embarazadas. Sin embargo, muchos padres quedan a menudo sorprendidos al saber que la hija, a quien tanto cuidan y miman, esté embarazada. ¿Cómo puede ser esto posible? ¿Qué hacer si esta embarazada? 

Claudia, adolescente de 15 años, acude a control médico ya que sospecha que está embarazada. No recuerda bien la fecha de su última regla, pero asegura que no ha tenido menstruaciones los dos últimos meses. Nunca ha usado métodos de protección de embarazo ya que "no he tenido relaciones tantas veces como para quedar embarazada". Claudia no ha conversado con sus padres acerca de su actividad sexual, ya que teme que se enojarán y no le permitirán ver más a su novio.

Para la psicóloga Carolina Velásquez una de las principales situaciones a las que debe enfrentarse la adolescente embarazada, es la comunicación de la situación a su núcleo familiar. Insiste que siempre existe exaltación emocional por parte de todas las personas que conforman la familia, mostrando sentimientos opuestos y contradictorios.

En estos casos la atención debe estar concentrada en la adolescente quien por su parte tendrá sentimientos de temor, angustia y vergüenza, no sólo frente a su familia, sino también frente a su entorno más cercano, "es muy posible que desarrolle algún tipo de patología psicológica asociada, depresión”.

Roberto García padre de la adolescente embaraza cometa que afronta los hechos con resignación al saber que este embarazo temprano acarreará consecuencias para el futuro de su hija, "hace que me sienta con una gran culpa de no haber podido impedirlo, pero a su vez me siento seguro y le daré todo mi apoyo a mi hija.”

Según Patricia Borbor experta en educación sexual temprana, la labor de los padres y, especialmente, la madre es fundamental para fomentar la recuperación de la autoestima que debe ejercerse a partir de la premisa básica de la responsabilidad.
“Luego de haberlo aceptado el embarazo es fundamental lograr que la adolescente siga estudiando hasta el momento del parto y, posteriormente, organice sus días entre un trabajo de media jornada y los estudios nocturnos para poder sacar adelante a su hijo”. 

Para Borbor, es importante para los padres de una menor adolescente seguir una serie de consejos en pos de lograr que el estado psicológico de su hija sea estable y viva la maternidad temprana: 


  1. Trate a su hija con respeto. Nunca menosprecie su estado ni realice comentarios despectivos ni en privado ni delante de terceras personas
  2. Jamás cargue a su hija con una mochila adicional en relación a sus sentimientos frente al embarazo
  3. Muestre su apoyo y amor incondicional desde la exigencia de la responsabilidad
  4. Acompáñela y hágase parte de sus controles médicos, no permita que se mantenga al margen y viva un embarazo sin control
  5. Hable con ella sobre la maternidad, infórmele de forma realista y sin lugar a malos entendidos, de lo que supone ser madre y el escenario al que se enfrenta
  6. Exíjale desde el amor que asuma la responsabilidad de su estado y principalmente, que sea responsable con ella misma. Debe terminar sus estudios y, tras el parto, debe iniciarse en el mercado laboral con el objetivo de responder a la maternidad como corresponde


Por: Ronald Mayer

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