sábado, 5 de enero de 2013

Graffiteros: hacedores de galerías urbanas



Nadie habla de ellos, pero todo mundo los ve, no los escuchamos pero sus graffitis hablan por ellos, dan vida a los muros  y orgullosamente dicen llamarse graffiteros.
La actividad del graffitero tiene una “connotación cultural, artística, emotiva” según el psicólogo Leonardo Cerezo, docente de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, para èl, el graffitero es un joven queriendo expresarse con ese brillo característico de su juventud.
La concepción común para definir a un graffitero seria aquella persona que hace graffitis (grafitos, letreros o dibujos), pero al consultarle a la ciudadanía, la palabra “graffitero” está asociada con el calificativo de “artistas”. Para Gisella Conforte los graffiteros “son los que dibujan su arte y expresan sentimientos”.
Pero ¿el graffiti es arte?.  Carlos Freire, artista convencional piensa que toda manifestación humana que de un mensaje en diferentes formas y técnicas que haya, es un arte. Carlos Suarez, retratista, considera que el graffiti “es un arte moderno”. Yimbo Briones, graffitero desde hace 2 años concluye que “el graffiti es la rama más representativa del arte urbano”.
 Graffiti RMNOBY
Graffiti: identidad, pasión y beneficio económico.
Según el psicólogo Leonardo Cerezo, docente de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil,los graffitis son una manifestación identitaria que físicamente pueden ser algo efímero, pero el concepto que subyace no lo es,  por eso la persistencia de los graffiteros en realizar su arte.  “Si yo como graffitero estoy seguro de algo, el graffiti será una expresión de lo que soy…¿Cómo puedo dejar de ser perseverante y fiel a eso que yo soy” explica Cerezo
En los actuales tiempos donde la tecnología es clave en el desarrollo de nuestra sociedad, el internet hace posible que el anonimato de el graffiti sea cosa del pasado “tu vas a l internet y pones el nombre que leiste en el graffiti, ya das con el autor” agrega RMNOBY, artista urbano. El que conozcan quienes son o no, no les preocupa, todo lo contrario, buscan ser recordados y reconocidos  por su arte “me motiva que mis graffitis lo vean muchas personas y reconozcan que eso es un arte” mencionó Yimbo.
El graffiti aparte de ser su pasión, también lo visualizan como fuente de ingresos económicos. Yimbo comenta que unos de sus objetivos es tener una marca con su arte y abrirse un mercado, RMNOBY por su parte afirma haber ofrecido sus servicios a empresas como De Pratty, Vans y Red Bull. Reconocen que el graffiti aún no es bien pagado, pero esperan que eso cambie con el tiempo.

Graffiteando entre obstáculos e insultos
Hablar de su pasión los emociona, su rostro complementa el positivismo de sus palabras cuando hablan de lo gratificante que les resulta pintar, sin embargo sus expresiones faciales cambian cuando hablan de la nula apertura municipal que dicen recibir en Guayaquil. “Ahora nos han marginado, buscamos lugares más apartados como la perimetral, hasta la playa nos hemos ido porque aquí ya no hay chance” explicó Yimbo., “¡Graffitis no!, nos han dicho en el municipio cuando hemos ido” concluyó RMNOBY.
El hecho que no les den apertura municipal no es lo único que dicen indignarles “da rabia que nos borren los graffitis, porque uno se saca el aire graffiteando, invertimos dinero y que vengan a echarles cemento da coraje” enfatizó Yimbo.
En la Dirección de Justicia y Vigilancia del Municipio el Abg. Xavier Narváez, director de dicha entidad, comentó que no existe iniciativas para organizar a los graffiteros y dice desconocer si el municipio les ha asignado paredes a los graffiteros, pero aclara que lo que existe es “es control,  disuasión, educación y capacitación a través de campañas de concienciación municipal e integración comunitaria en colegios y barrios de la ciudad de Guayaquil.”
Al consultarle al principal de dicha dirección sobre su concepción del graffiti, dijo que lo que él conoce como graffiti según la ordenanza municipal es “aquella expresión inadecuada que se efectúa en paredes públicas y privadas y dañan lo que inicialmente se ha pintado”. La función de dicha dirección es encargarse de controlar que los graffitis “no ensucien ni manchen paredes públicas ni  privadas”, dijo  Narváez.
RMNOBY y YIMBO dicen haber recibido insultos “toda la vida” desde que han iniciado con este arte. Sin embargo RMNOBY confiesa que ahora ya son pocos porque ya entienden lo que hacen, y se han educado por reportajes en internet  y en prensa.

Descubriendo un imaginario social alentador
 BOCETO RMNOBY

 “La percepción que la gente tenga del graffitero depende mucho del grado de cultura de la persona, del grafo como resultado, del proceso que subyace en él y del individuo que lo ha generado” explicaba Cerezo, las opiniones recibidas del ciudadano validan su tesis. Hoy en día la ciudadanía valora el carácter cultural y estético del graffiti. “Hay zonas que están sin color, paredes vacías que se deberían aprovechar, las zonas que tienen graffitis como los colegios y puentes se ven bonitas” dijo Ericka Coello.
La gente aprueba la actividad del graffitero dependiendo de parámetros que ellos consideran deberían respetarse, como el  lugar dónde se exhibe el graffiti y el contenido de los mismos. “Si son para embellecer las paredes, está bien que hagan los graffitis” Ericka Coello, Fernando Chuico agrega “pero si ya empiezan a desprestigiar a la persona ya no”.
Las percepciones del graffiti como expresión vandálica han sido desterradas de a poco gracias a la educación y al contenido de los graffitis previamente planificados por su productor para su espectador “hay que hacer algo para nosotros y algo para la gente” afirma Yimbo, “las letras son para nuestra comunidad porque las entienden y las imágenes y colores para la gente” añade RMNOBY.
Pandillero y graffitero hace mucho tiempo dejó de estar en una misma casilla “el graffitero quiere dar a conocer su arte con dibujos hermosos y el pandillero lo hace con el fin de dañar la imagen de una zona y marcar el territorio de una zona” puntualiza Gisella Conforte.
Yimbo y RMNOBY piensan que hay que valorar e impulsar el graffiti como una actividad de sana distracción. “Prefiero ver a alguien en su casita cogiendo un cuadernito haciendo su boceto para plasmarlo un fin de semana” opina Yimbo en relación con la violencia que se vive en Guayaquil, ya que si existiera talleres y cursos, existiera menos jóvenes involucrados en actos delictivos.
Los artistas del graffitti llevan la consigna de libertad, libertad de pintar cuanto y dónde quisieran porque el graffiti es su expresión. Según Cerezo el territorio nos pertenece a todos  porque todos somos habitantes de éste mundo  más allá de las diferencias que puedan existir en el registro de catastro. Las artes no están sólo en las galerías, la calle también es una galería.

Por Dominique Martinez y Andrea Camba 

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