La noche final del 2012

El viejo  está en el carro listo para ser quemado, este año la familia Tapia escogió un monigote de aserrín para que sea consumido entre las llamas que para ellas representan el girar la página del 2012 y empezar a escribir una nueva historia en el 2013. Milin, la menor de las hermanas, es la encargada de la comida, llega a casa y habla con su mamá para saber cómo ha avanzado la preparación del pavo que después de las doce comerán. Por su parte Laura, la cuarta de cinco hermanas, hace los últimos retoques a sus uñas, siempre le gusta estar arreglada, además “hay que recibir el año guapa y de la mejor  manera” asegura ella. Mariuxi no se complica sólo espera  en silencio que sea la hora de quemar el viejo para disfrutar de las explosiones y los juegos pirotécnicos que usan sus vecinos cubanos.

“Apuren que ya faltan 5 minutos, bajemos todo” enfatiza Mariuxi. Toda la familia baja, sacan el monigote de la parte trasera de su auto rojo. El muñeco mide máximo un metro, tiene una careta que se cae varias veces antes que lo puedan colocar junto a los viejos de los vecinos. Comienza la sesión de fotos con los distintos muñecos, Iron Man, Vaso de cola gigantes, jugadores de Barcelona, entre otros personajes eran los destinados a quemarse junto con el año que finalizaba. Los minutos pasaban y se acercaba la ansiada hora, uno de los vecinos cubanos fue el encargado de mojar los monigotes con gasolina y lanzar un periódico con fuego para encenderlos.

Los estallidos no se hicieron esperar, el fuego consumía todo y se extendía lo suficiente como para ahuyentar a los que  querían observar de cerca el espectáculo. Cuando el fuego comenzó a bajar los cubanos lanzaron todo tipo de camaretas que retumbaron en los oídos de todos los presentes. Las Tapia ya regresaban hacia su casa cuando Milin saca una funda y dic “hay que lanzar estas tumbacasas , un tipo de camareta, que son buenísimos”, nadie se atrevía a hacerlo, de repente une vecina llamada Cecilia arrancha la funda de las manos de la menor de las Tapia y la arroja con todas sus fuerzas hacia el fuego. Las explosiones que sucedieron al instante espantaron  a todos, pero a la vez provocó una carcajada en las hermanas Tapia porque no se imaginaron que fuera a sonar así. Ya el fuego se está extinguiendo, nunca faltan las personas que con sus maletas dan la vuelta a los viejos o él que está comiendo las doce uvas, todo para que este 2013 sea prometedor. Las Tapia no creen en esas “cábalas” sólo se ríen y regresan a comer el pavo que las está esperando en su mesa.

Posted in: opinion