sábado, 5 de enero de 2013

¿DISCUTIR O NO DISCUTIR?



Cuando un matrimonio ha terminado por las constantes peleas, tendemos a asumir un rol de evasión de conflictos y luego cuando rehacemos nuestras vidas y volvemos a casarnos, cualquier problema que salga a la luz, preferimos dejarlo ahí y no discutir, por miedo a perder a esta nueva persona. Lo que no sabemos es que estamos cometiendo un error. “Las parejas casadas, que nunca discuten, tienen un 35% más de probabilidades de divorciarse en cuatro años, que las parejas que con frecuencia tienen desacuerdos”  - frase de Lee Ann Vaughn para el libro “Los 100 secretos de las parejas felices”

Hay que tener en cuenta que discutir no es pelear. Si buscamos en el diccionario las definiciones de estos términos encontraremos que:
Pelear: Enfrentamiento verbal o físico, entre dos personas con el fin de hacerse daño
Discutir: Defender opiniones e intereses opuesto en una conversación.

Muchas parejas no tienen en cuenta estos significados y confunden el uno con el otro, lo que acarrea terribles consecuencias en la relación, pues la violencia solo genera más violencia. Por ello raras veces la solución es no hacer nada. Para tomar esa determinación antes hay que saber escoger nuestras peleas,  ya que aunque las discusiones son sanas, no es bueno discutir por todo. “Hay que asumir la relación de pareja con toda la atención y habilidad con la que usted maneja otros conflictos” David Niven – Los 100 secretos de las parejas felices.

Las discusiones deben buscar defender nuestros derechos, límites y opiniones, temas con los que habrá que congeniar con la otra persona si queremos tener una buena relación. “Es una negociación irremediable para evitar acumular malestar y sentirnos mal con nosotros  y con la otra persona. De no discutir sanamente acabaremos con resentimientos y abandonaremos la relación”. Afirma Ruth Sabando, Psicoterapeuta.


¿Qué es una discusión sana?
Las discusiones son únicamente para expresar opiniones, no para demostrar que se está por encima del otro, pues con esa actitud lo único que conseguiremos es que la otra persona se defienda o se sienta mal. Algunos aspectos según la Psicoterapeuta Sabando para fomentar las sanas discusiones:
  • ·         Un aspecto básico en toda discusión es como se expresan las cosas, la forma en la que hablamos.  Nuestro tono debe ser neutro y no debe haber ni implicarse ningún tipo de agresividad.
  • ·         Hay que ponerse en el lugar del otro, pues no lo entenderemos si no abrimos nuestra mente y vemos las cosas desde su punto de vista.
  • ·         No traiga a sus discusiones del presente, las discusiones del pasado, pues si se supone que ya habían terminado, no hay porque traerlas de nuevo a la memoria, por más de que el problema se parezca, trate el problema del presente.
  • ·     Antes de empezar un conflicto, resuelva los propios, pues cuando se discute lo que se espera es solucionar problemas, llegar a acuerdos y expresar opiniones, no enemistarse con quien queremos.
  • ·         Si la discusión se dio por terminada y aún no seguimos de acuerdo con la opinión de nuestra pareja, no insistir con lo mismo como si fuera una tragedia. Todo problema tiene una solución.
  • ·         Aprender de las discusiones, pues nos ayudan a conocer mejor a la otra persona y a nosotros mismos, ya que tendremos mayor amplitud de opinión.
No usemos las discusiones como arma de destrucción de la pareja, pues no hay nada más interesante que una persona que da soluciones a los problemas, que aquella que le busca y aumenta más cosas a un conflicto. Tengamos como propósito de este nuevo año, tener una convivencia en pareja más tranquila y más amena, donde haya amor y respeto para ambas partes.

Por: Karla Loor

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