La utilización de la
música como terapia tiene sus raíces en la prehistoria, se sabe que
la música estuvo presente en los ritos "mágicos", religiosos y de
curación. Sin embargo, los primeros escritos que aluden a la influencia de la
música sobre el cuerpo humano datan de alrededor del año 1500 a. C. En ellos se racionaliza la utilización de la música como un agente capaz de curar el
cuerpo, calmar la mente y purificar el alma.
La musicoterapia hace
uso de sonidos, trozos musicales y estructuras rítmicas para mejorar la
comunicación, el aprendizaje, la expresión, el movimiento de los pacientes, la
organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las
necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas
Para Aldo Farfan,
experto en musicoterapia y especializado en Estados Unidos, tiene un
grupo de personas que buscan entregar buenas vibras a los más pequeños
mediante la musicoterapia; la música se convierte en una herramienta o
instrumento para transformar sociedades y vidas. "Todas las personas
disfrutan de una buena canción, pero la disfrutan más si va cargada de buenas
energías que tengan un propósito".
El trabajo consiste
en transformar la música en energías o vibras positivas que se están dando en
el momento de compartir con los más chicos, en escena cada uno de los músicos o
integrantes del grupo tienen su espacio para demostrar sus habilidades con los
demás. “Por eso escogimos personas tan diferentes para que cada una aporte con
sus conocimientos”, comenta Farfán.
Para llevar a término
una buena intervención con musicoterapia, la psicólogo-musicoterapeuta Génesis Sánchez
dice que "se debe realizar un estudio del desarrollo del niño en todos sus
ámbitos, mediante las pruebas estándar que existen para cada caso". En el
tratamiento intervine qué música escucha el niño en casa, qué canciones se le
han cantado de pequeño, si reacciona a alguna música en especial, o si se ha
interesado por algún instrumento.
"Esta información será básica por el tratamiento y a partir de aquí se programarán las actividades más adecuadas para el niño según su propia historia musical."
"Esta información será básica por el tratamiento y a partir de aquí se programarán las actividades más adecuadas para el niño según su propia historia musical."
¿Pero qué le ha hecho
Ud. A mi hijo? preguntaba Joselyn Rivas madre de un niño hiperactivo mientras este
dormía tranquilamente a su lado. Era la primera vez que veía a su hijo dormir
de esa forma. “Observar los efectos que la música produce en mi hijo es lo que
me llevo a buscar este tipo de tratamiento, hace ya meses que ando en esto y
puedo decir que si funciona” dijo.
Mauricio Barcos,
director del CIE, considera que esta práctica permite mejorar el sistema de
evaluación de los pacientes, especialmente de sus funciones cognitivas,
físicas, sensoriales, de comunicación y musical.
"La idea es tener una
mejor ficha de evaluación donde podamos evaluar las funciones de los niños.
Esto es una terapia, no es tocar música por tocar. Es una terapia y obviamente
todo lo que se hace tiene relación con un objetivo y una meta general”, indicó
Barcos.
Por: Ronald Mayer
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