La
tecnología en los cines, se dio a finales de los años 80 y a comienzo de los 90’s
con la llegada del cine digital, al mismo tiempo la marca Sony lanza el
concepto del cine digital con la nueva cámara Highg Definition, siendo así la
película Tron, en 1982 la primera en desarrollarse con efectos especiales
digitales.
Según
Ricardo Tobar, encargado del área técnica de las salas de cine en Cinemark, “existe
un concepto totalmente nuevo en el mercado de cines. Las salas XD que significa
Extreme Digital y esto representa una forma de ver, sentir y vivir el cine”.
Para Tobar las salas de cine XD poseen características que crean una
experiencia completa y diferente a todo lo conocido. Las salas cuentan con una
proyección digital en todo el sentido de la palabra, con un formato tradicional
3D, además de una pantalla de gran tamaño denominado Silver Screen, las mismas
que van de pared a pared, de picho a teso con una dimensión de 15 x 9 metros. Además
estas salas de cine poseen un audio envolvente, nítido y poderoso.
La
tecnología digital desemboca en la industria cinematográfica, integrándose en
las salas de cine: gafas para películas 3D que permiten simular las tres
dimensiones en ciertas imágenes bidimensionales. Además también los cines
brindan audífonos personales que les permiten sentir y vivir de una manera más
real la película, junto a sus efectos de sonido.
Hoy
en día la tecnología se ha ligado con el séptimo arte y el cine 3D, se lo denomina así por la tecnología de filmación y
proyección de cine que simula la visión
tridimensional humana real.
Billy
Navarrete profesor de la Universidad Católica, de la carrera de Comunicación Social, en la cátedra
de cine, comenta que actualmente
la producción de películas 3D se expande con rapidez y representa para la
industria del cine una gran oportunidad de crecimiento, aumentando las
producciones en 3D.
En la
primera década del siglo XXI y comienzos de la segunda, el cine 3D ha tenido
mucha repercusión, esto hizo que gran número de salas se preparen para este
sistemas como la película de Avatar.
Por: Ronald Mayer
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